Shakira interpreta una de las canciones más cursis de toda su carrera: Amarillo.
Uno de los momentos más dulces de El Dorado World Tour ocurre al final de la interpretación de esta canción, cuando Shakira levanta sobre su cabeza la guitarra y se revela al reverso una foto de los hombres de su vida: Milan y Sasha en los brazos de su padre Gerard Piqué, a lo que el público responde con una ovación cargada de ternura.
Comentarios
Publicar un comentario